Individualismo, mezquindad y protagonismo insípido en el Periodismo y el mundo de los Medios en SDE.

Un día un comunicador que vive en Santo Domingo Este, aunque hace vida profesional Del Otro Lado, me dijo: «voy a montar una plataforma gratis que todos van a ir conmigo, no habrá na pa’ más nadie». Le contesté lo de lugar. «Gratis hay muchas, pero la gratuidad no llama productores, mata el compromiso, aumenta la mediocridad y solo beneficia al dueño de la plataforma».

Las plataformas gratis, si bien es cierto que alivian a aquellos que el Ego los lanza a querer ser famoso sin invertir nada o casi nada, tienen el compromiso de repartir la publicidad que les llegue y si a la plataforma le cae una «gorda» del Gobierno no les da nada a los que crean contenidos.

Las plataformas gratis son modalidades de negocios donde el productor coge lucha y la plataforma, cobra.

Uno de los períodos que administramos en el municipio tenía el eslogan de «La Prensa de Santo Domingo Este», sin embargo, duró poco, porque quitamos el «La», al darnos cuenta de que «habíamos caído» en lo que más despreciamos, «la mezquindad», el creerse únicos, o primeros, o mejores, porque nada de eso sirve para nada.

Algunos periodistas y comunicadores, por un minuto de fama, son capaces de cualquier cosa.

Robert Vargas, el profesor, nunca apeló a la mezquindad como forma de prevalecer, sino a artículos de peso, a veces, demasiado peso, que hacían mover a comentarios, pero siempre ayudando, nunca creyéndose ser mejor que otros, sino al contrario, colaborativo todo el tiempo.

El cambio por la llegada de los que venden Ser Cambio, hizo que algunos comunicadores y periodistas se lanzaran al desenfrenado lambonismo y adulación sin fin, con tal de capitalizar la publicidad y cobrar temprano, promoviendo, para colmos, la individualidad de los medios como forma de hacer creer, ser únicos, más, la banalidad siempre se ve.

Cada medio posee un nicho, nadie es mejor que nadie y en el caso de Robert, es insustituible.

Los políticos y funcionarios del gobierno de turno encontrarán el arcoiris de prensa complaciente, esos que «les deje decir» a los que no marcan, 1 que harán «cuando lleguen a la alcaldía», por par de pesos, hasta los que les acusen al mismo «político aspirante» de «no tener suficientes votos para ir ni al super», como todo en la vida, unos prefieren las verdades y otros, que les adulen, encontrando en el mundo de la comunicación toda gama de opciones con quien trabajar.

Cada quien en su nicho, porque los caminos no tienen ni por qué cruzarse.

La camaradería es casi una quimera, el hambre del protagonismo se come incluso a la publicidad que puedas conseguir, es más importante el tamaño del ego que la calidad del contenido, sucumbe la buena voluntad ante el chisme y la degradación social y humana que no nos deja libres de la borrachera y el porno que causa creernos superiores.

Dicho esto, es difícil entender cómo han pasado tantos años y sigue imperando en los que se dedican (dedicamos) a la comunicación en Santo Domingo Este el individualismo a ultranza, hasta para declarar como únicas, plataformas que no son únicas, primeros, los que al final no lo son y llegan tarde, confiables, los de menos credibilidad, y méritos para uno, basado en el esfuerzo de muchos, porque la realidad es que de alguien nos nutrimos, a alguien usamos, de alguien aprendimos y es de mezquinos creer que todo comienza o termina con nuestra presencia.

@fdo_buitrago

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